miércoles, 2 de noviembre de 2005

El día de difuntos... ¿también para España?

Hoy, dia de difuntos, comienza la defensa del proyecto de Estatuto catalán por parte del gobierno nacionalsocialista. ¿Será el comienzo del fin de España? ¿Dejarán los españoles que tal aberración pueda prosperar? De momento, ahí estará el PP, con Mariano Rajoy a la cabeza, para defender a España y a sus ciudadanos de bien, no necesariamente afines a este partido, pero que consideran que la postura socialista es indigna de un partido que se dice, aunque ya no lo demueste, constitucionalista.

La verdad es que no deberíamos extrañarnos, en la historia del PSOE siempre han sido así, usando la democracia cuando les conviene, y si no les conviene, pasan a un régimen totalitario. La gente debe darse cuenta de que la unión de socialistas y nacionalistas es lo que lleva a denominar nacionalsocialista (o NAZI, para el que no le suene el "palabro" anterior) a un régimen, y todos los gobiernos de corte socialista tienden a ser totalitarios y a controlar las vidas de todas las personas que viven bajo su yugo, impidendoles desarrollar la actividad que deseen o tener ilusiones, puesto que todo está trazado de antemano. Socialismo es el fin de la libertad, y el que piense otra cosa es un iluso o un ignorante.

Y ya independientemente de que el Estatuto sea el fin de España y de Cataluña (sí, también de Cataluña, puesto que acaba, entre otras cosas, con la economía catalana), es anticonstitucional. Por lo tanto, al ser incompatible con la Constitución Española, debería ser tratado como una modificación de la misma para poder ser aceptado, y no como los nacionalsocialistas están intentando "colarlo". Esta es la postura que defiende oficialmente Mariano Rajoy, y la que no interesa a los golpistas, puesto que serían todos los ciudadanos españoles los que opinasen sobre un tema que nos afecta a todos, como debe de ser. Todas las ideas y propuestas se pueden debatir según la Constitución, incluso las que vayan en contra de la misma, pero siempre como lo que sean. En este caso, como una reforma a dicha Constitución.

Por todo ello, aunque sea triste (hay gente inocente que sufrirá por ello, pero más sufrirán si el Estatuto se llega a aprobar) hay que apoyar, hoy más que nunca, el BOICOT a las empresas catalanas, sobre todo si hay alternativas del resto de España, muchas veces de más calidad y a menor precio. Y si los empresarios catalanes quieren que se les elimine de las listas de empresas a boicotear, que se planteen el rechazar públicamente Estatuto e influir para que NUNCA pase de un susto. Y si no, que no vengan con lágrimas de cocodrilo porque el resto de España no les compra. No se puede apalear a alguien y luego pedirle que te compre productos.

Para terminar, como parece que gustó la idea de poner música, y además anima bastante, hoy pondré el Bolero de Ravel. A disfrutar.



Actualización: Se me olvidaba felicitar a Prevost por su genial intervención en Radio Intereconomía, hablando sobre el anillo Anti-ZP. Te quedó genial, enhorabuena.

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