martes, 13 de noviembre de 2012

Las últimas chorradas sobre los desahucios

Estos últimos días se ha puesto "de moda" hablar sobre los desahucios a morosos que no pueden pagar la vivienda que han comprado, y en muchos círculos resuenan soluciones como la "dación en pago" u otras más radicales. A tanto ha llegado la presión para poner este tema en la mesa que muchos medios de comunicación incluso se hacen eco de suicidios, cuando un suicidio nunca es noticia y se produce por los más variados motivos, no solamente desahucios (pérdida de empleo, separación de pareja, depresión y muchos más motivos). Sin embargo, interesa sacarlo. ¿Por qué? Porque así se puede cargar contra los de siempre (los "malditos bancos", los "desalmados empresarios", los ricos...) para evitar, como es costumbre en sistemas colectivistas, la responsabilidad individual. Porque esos desahucios responden, como casi siempre, a una falta de responsabilidad individual. ¿O acaso se les obligó a firmar hipotecas exageradas tanto en plazo como en cantidad prestada? Pero claro, en la época de la burbuja inmobiliaria, patrocinada por el Estado, que sacaba su buen pellizco entre recalificaciones e impuestos, el que no compraba una vivienda era idiota porque "los inmuebles nunca bajan de precio".

Y ahora, la solución acabará pasando porque todos paguemos las hipotecas de esos descerebrados, para que no les echen de casa. Y me da lo mismo si fue a consecuencia de su codicia o si necesitaban realmente la vivienda. Los demás no tenemos por qué pagársela, y podrían haber encontrado otra solución (¿he oído alquiler?). Lo siento mucho y es verdad que es triste ver a gente a la que echan de sus casas, pero eso solamente es responsabilidad suya, y los demás no tenemos por qué pagarlo.

Y sobre la dación en pago impuesta (ojo, impuesta, no en acuerdo voluntario por ambas partes), no es solución. ¿Por qué? El importe de las hipotecas concedidas hasta el momento está avalado tanto por el bien hipotecado como por las garantías adicionales que ofrece el solicitante. Si se pierden esas garantías, aumenta el riesgo de la hipoteca, con lo cual será mucho más difícil la obtención de crédito, y las nuevas hipotecas tendrán condiciones muchísimo más restrictivas (menor importe concedido, más requisitos para el acceso al crédito, etc.), con lo cual no acabas solucionando nada. Y no digamos ya de la gente que tiene pisos invendibles y carísimos que acabarían en manos de entidades bancarias que ni los quieren ni podrían hacerse cargo de ellos, con lo cual aumentarían los "activos tóxicos" que al final nos tocaría pagar a todos (la inmensa mayoría están en cajas de ahorros, o sea, banca pública, que el Estado no dejará quebrar). Todo esto no es óbice para que, sin embargo, aparezcan hipotecas de "dación en pago", como un producto más dentro del mercado, voluntario, para la gente que pueda y quiera acceder a ellas. Pero en ningún caso debería ser algo impuesto y, mucho menos, de carácter retroactivo.

Por lo tanto, se pongan como se pongan, la mejor solución pasa por no evitar los desahucios ni imponer la "dación en pago", sino facilitar el renegociado del resto de la deuda con las entidades bancarias si es preciso para hacer asumible el pago, y que el acuerdo y las posibles pérdidas queden entre la entidad bancaria y el deudor. Cualquier otra "solución" acabará pasando por que los demás paguemos esas hipotecas, o sea, más robo. Y no me cabe duda que lo haremos, por desgracia.